VII. Manifestaciones Musicales de Todo el Año
Joropo Central, Llanero y Oriental
El término Joropo se aplica a un género musical, a un baile y a la fiesta donde se ejecutan especies musicales particulares: Corridos, Galerones, Golpes y Pasajes, entre otras. El Joropo como fiesta no tiene fecha ni lugar específico para su celebración, ya que cumple la función de una música de diversión cuando se requiere en cualquier reunión, fiesta, baile y hasta en concierto. Por lo tanto es una manifestación musical de todo el año. Dentro del ciclo semanal, los joropos suceden hacia el final de la semana o en el día antes de un día de fiesta.
En la Región Central el canto o “Buche” se acompaña con el Arpa y las Maracas, como también, en menos uso, con la Guitarra Tuyera y Maracas y en la región de Barlovento con la Bandola Central y las Maracas. En los Llanos, los instrumentos solistas pueden ser el Arpa o la Bandola de cuatro cuerdas, uno o dos cantantes con el acompañamiento del Cuatro y las Maracas. Frecuentemente se refuerza el conjunto con un Bajo Eléctrico. En la región Nor-Oriental el conjunto lo conforman instrumentos solistas como la Mandolina y la Cuereta (especie de acordeón) y un acompañamiento generalizado de Cuatro, Marímbola y Maracas, además del canto, agregando en la actualidad una Guitarra.
• Joropo Central
Este joropo utiliza un Arpa que tiene cuerdas de metal en su registro agudo, lo cual le otorga un sonido muy especial y es un poco más ancha que el Arpa Llanera. El cantante se acompaña él mismo con las Maracas y es el centro de atención. Las cuerdas de metal del Arpa se desafinan con facilidad. Por lo tanto el arpisto necesita tiempo para ajustar la afinación entre pieza y pieza. El cantante aprovecha este intervalo para contar chistes e historietas, animar la reunión con versos a los asistentes y así los “parejos” descansan también del largo baile. Sus dos géneros, el Golpe y el Pasaje, se asociaban con los valles del Tuy en Miranda y con Aragua respectivamente, pero ambos géneros existen ya mezclados en ambas regiones. Al Pasaje usualmente le sigue un Yaguazo en donde el cantador improvisa libremente con un acompañamiento más trancado en los bordones del Arpa. El Golpe es igualmente seco en su acompañamiento, casi de efecto percutivo o golpeado. Incluye coplas en el canto además de un estribillo. La Revuelta es una forma musical más grande y rica que parte del Pasaje. Esta incluye secciones variadas, como la Guabina y la Marisela, alternando el canto con el desarrollo instrumental.
• Joropo Llanero
Los géneros del
Joropo Llanero se diferencian
por su ritmo y por la velocidad de la pieza. Así tenemos el
lento y lírico Pasaje; el Golpe o joropo rápido y recio;
y el Corrío, un joropo rápido pero fluido. La
diferencia entre un joropo y otro dentro del mismo género, lo
determina su progresión armónica o secuencia de acordes
que se repite hasta el final, donde los versos del cantante y el
contenido musical son improvisados dentro de este esquema
armónico establecido, o "tipo". Ejemplos de tipos de joropo
llanero género golpe son el Pajarillo, el Seis por Derecho y el
Seis Figureao. Los tipos incluyen giros melódicos e
instrumentales específicos, llamadas (ah-----), cortes y por
supuesto textos que tipifican el tipo de joropo. Entre los tipo
del
género corrio contamos con el Zumba que Zumba, la
Guacharaca, la Periquera, el San Rafael, entre muchos otros.
Estos
tipos de joropo llanero se hicieron conocidos por leyendas de
cantantes
y "arpistos" que los crearon pero se mantienen en el anonimato
colectivo.
Últimamente la tendencia es de crear un mosaico o inclusive
ensaladas
de cualquiera de estos tipos, como puede ser un San Rafael que
se
convierte en Pajarillo y que termina en Gabán. El joropo que ha
resonado mucho recientemente proveniente de la leyenda de
"Florentino y el Diablo" con versos de Alberto Arvelo Torrealba,
utiliza una alternancia entre Pajarillo y Chipola. Con la
incorporación paulatina del joropo llanero en los medios de
consumo masivos, ciertos artistas han establecido textos para
los tipos
de joropo los cuales otros grupos de músicos del ensamble de
joropo llanero (voz, maracas, cuatro, arpa/bandola, bajo
eléctrico), los repiten en su quehacer semanal de tocar en
terneras, fiestas o en restaurantes "carne en vara," para
complacer al
público que mediáticamente ha escuchado esas versiones
personalizadas de los tipos de joropos, ej.: Reinaldo Armas,
Reina
Lucero, Luis Silva, Cristóbal Giménez. Un cantante de joropo
llanero de alto nivel incluye una capacidad asombrosa de
improvisación poética, de contenido crítico,
filosófico y hasta humorístico, realizado en el mismo
instante del cantar, encendiéndose en una batalla verbal cuando
hacen coplas entre dos cantantes, como en el caso de "Florentino
y el
Diablo."
La música tradicional en Venezuela es completamente ternaria
(pulso dividido en tres como en el compás de seis por ocho), a
excepción del toque de Quichimba en Barlovento y del Calypso de
El Callao en el edo. Bolívar, ambos supuestas importaciones
binarias de las Antillas. Es decir, bajo la perspectiva del
análisis rítmico podemos afirmar que entre un golpe de
tambor redondo de Barlovento totalmente afro-venezolano y un
joropo
llanero de instrumental casi todo europeo (cuerdas), la música
tiene la misma base. Pero la configuración rítmica del
joropo llanero es una de las más interesantes y elaboradas,
sobretodo la del Golpe con el que se toca el Pajarillo y el Seis
por
Derecho, la cual, añadiéndole efectos propios del circo
en lo que respecta el virtuosismo instrumental, ha sido
utilizada por
un sin fin de artistas mediáticos buscando la fusión que
los lleve a descubrir una música venezolana internacional.
El joropo llanero se encuentra utilizado hoy en día en
transcripciones para otros instrumentos como el "piano llanero"
de
Claudia Calderón, o el "Superllanero" del conjunto de rock Hora
Cero, entre muchos grupos actuales. En el plano académico, el
joropo llanero sirvió de identificación cultural dentro
de la tendencia nacionalista de la escuela de Sojo, como en el
ejemplo
sin igual de "La Cantata Criolla" de Antonio Estévez sobre la
leyenda de "Florentino y el Diablo" o en un neonacionalismo
enmascarado
con "El Reto" de Paul Desenne y la Camerata Criolla, de nuevo
sobre la
misma leyenda mencionada. El Pajarillo ha sido trillado
reiteradamente
por un número de nuevos compositores venezolanos dentro de un
pensamiento postmoderno-globalista, siguiendo una estética
neonacionalista y al mismo tiempo cayendo en lo que podríamos
llamar una tendencia de "popularismo" de la composición
académica.
En los años cincuenta, dentro de un chauvinismo con sombra
dictatorial, el joropo se alzó como una música que
identificara a Venezuela, convirtiéndose el "Alma Llanera" en
nuestro segundo símbolo musical después del Gloria al
Bravo Pueblo. Esto resultó en un grave error, ya que el joropo
llanero es tan colombiano como venezolano, debido a que la
división política en los llanos no interfiere con la
actividad musical de una región culturalmente rica y definida.
Por otra parte, en un país con tanta diversidad en
géneros musicales, en instrumentos y en constitución
cultural, es imposible conseguir una representación de identidad
con un sólo género musical: ¿Es el joropo llanero
o la gaita zuliana o el merengue venezolano, el calypso de
Guayana o el
golpe de tambor, el hip-hop de los barrios caraqueños o
las orquestas sinfónicas? La ventaja del joropo como
representante de la música venezolana es que su
distribución nacional es bastante amplia en comparación
con el resto de las actividades musicales del país. Por otro
lado, su despliegue temporal de calendario es ilimitado ya que
es una
manifestación que no está restringida por una fecha o
temporada religiosa o festiva. Por último, el joropo llanero
esconde uno de los secretos más espectaculares del punto de
vista musical, que no se encuentra en ningún otro país del
mundo a tal grado de complejidad y encanto: las maracas
venezolanas.
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