¿Sabía usted que representantes de 16 países estaban en Mérida estudiando nuestras músicas?

IMPACTO MASIVO  NO SIGNIFICA EDUCACIÓN MUSICAL
El Diario de Caracas 10-9-1999

Emilio Mendoza
https://ozonojazz.com/emilio/

Fotos: Nelson Garrido, Colección Fundef
El contrasentido de un presupuesto gigantesco para lo sinfónico no-nacional mientras no hay quien enseñe cuatro venezolano quedó de manifiesto en un evento para la reflexión.

Cuatros  hebu mataro
Hoy concluye el Segundo Encuentro Latinoamericano de Educación Musical en la ciudad de Mérida junto con el Sexto Encuentro Nacional de Educadores Musicales. Desde el pasado domingo 5 hemos asistido a un evento indiscutiblemente exitoso desde el punto de vista de su organización y coordinación, alcance e importancia continental, nivel logrado en la selección de los ponentes de trabajos de investigación, sesiones plenarias, talleres, foros, conciertos, relatos de experiencias institucionales y sobre todo la asistencia de 500 participantes e invitados.
Un encuentro de esta altura y complejidad, presentando 12 charlas simultáneas en la mañana, 26 talleres simultáneos en la tarde, 4 conciertos al medio día y en la noche, requiere de un equipo de trabajo de excelencia, dedicación y voluntad, y mucho dinero. En el mar actual de crisis, la Sociedad Venezolana de Educación Musical SOVEM ha logrado producir esta perla para la enseñanza de la música, pero sin dinero. La solución ha sido el autofinanciamiento, mucho trabajo de equipo y el amor que caracteriza a los educadores musicales. Se contó además con la infraestructura de la Universidad de Los Andes y los patrocinios de DHL, Avensa y el Instituto de Acción Cultural de la Gobernación del estado Mérida.

Las Acciones

El Encuentro se basa en la temática central de la investigación y acción educativas a partir de las músicas del mundo. Esta posición encaja dentro de la apertura cultural de la globalización que sitúa en la misma mesa de enseñanza a la cultura europea como a las culturas que cada pueblo genera. La educación musical se ha mantenido restringida tradicionalmente, y con bastante rigidez, al ámbito cultural europeo, obviando el aporte que los instrumentos y tradiciones populares, folklóricos y aborígenes puedan ofrecer para la educación musical. Es sorprendente observar, ya parados en el siglo XXI y con la información de todas las culturas del globo entero en nuestros dedos, que cualquier conservatorio, escuela de música o universidad imparte la educación musical sólo dentro de la perspectiva y contenido cultural de Europa. Como si la única música que tuviera valor para ser enseñada es la de un pequeño espacio del tiempo histórico y un pequeño trozo de la geografía universal.

En el acto de apertura, Einar Solabu, presidente de la Sociedad Internacional de Educación Musical ISME, destacó el fin de la arrogancia de la música europea frente a la música del mundo y su desprecio acostumbrado. Aplaudió la labor de la SOVEM en llevar a cabo un encuentro de nivel regional en representación de la ISME con una muestra de variedad cultural nunca antes lograda. Asistieron participantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, España, Ghana, Guatemala, Italia, México, Noruega, Suiza, Uruguay y Estados Unidos de Norteamérica.

La Polémica

Como columnas del Encuentro se presentaron dos foros: "La Orquesta Infantil y Juvenil como Situación Educativa" y "El Cuatro: Recurso Didáctico de Identidad." Si examinamos estas dos propuestas, pareciera que fueran antagónicas en todos los sentidos: el movimiento de las orquestas juveniles y ahora infantiles ha descuidado la esencia educativa dentro de su concepto, pero ha contado con un apoyo presupuestario jamás imaginado para la música. Es un estado de cultura, autónomo e independiente dentro de la cultura de la nación. Se dedica exclusivamente a difundir la música sinfónica no-venezolana con alcances masivos impactantes e internacionales, una propuesta social y política más que de educación musical desde hace 24 años. Por el otro lado, el Cuatro, el instrumento más representativo de nuestra cultura musical, yace latente todavía como posibilidad incuestionable pero tácita para la enseñanza de la música, de la identidad cultural, y representa simbólicamente todo el cuerpo de cultura venezolana y latinoamericana por explotar para la educación.

Con estas dos líneas de desarrollo tan diferentes, la SOVEM nos brindó un Encuentro que causará sin duda la germinación de ideas nuevas en la educación musical del próximo siglo.