Emilio Mendoza
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Ilustración: Iván Estrada
Para concretarse en hechos artísticos, las
Musas claman por una sensibilidad, capacidad organizativa y
sinceridad que se
adjudicaría más a la versión
femenina del humano que al peleón, brutal sexo masculino. Pero
no ha sido así: La historia de la
música nos ofrece pocos ejemplos de
mujeres creadoras, por el carácter misógino del arte occidental.
Se afirma, por el lado de los
machos, que las mujeres tienen la
cabeza muy atada a la tierra, acostumbradas al cálculo de la
supervivencia diaria no sólo de sí
mismas sino de sus hijos, que no les
permite crear con imaginación. Este role impuesto por su pareja
masculina ha sido
básicamente un aprovechamiento y
explotación servicial para darse espacio y poder deambular en su
fantasía desenfrenada. Por
otro lado, la educación social que
reciben las mujeres en nuestra sociedad les otorga más libertad
y posibilidad de acercamiento a
la condición mental exigida por el
arte, contraria al comportamiento inducido en los hombres que
crecen con el garrote pegado en
la mano. El cuento se repite con
talentos femeninos cuyas carreras deslumbrantes se frenan en
seco apenas pisan las puertas del
matrimonio.
Ana Magdalena Bach, segunda esposa del gran
Juan Sebastián, además de cuidar su muchachera recopiló un
exquisito álbum de
piezas sencillas para el piano que
todo aprendiz felizmente le dedica sus primeros esfuerzos. No se
sabe si las compuso o si
transcribió unas piezas de juego
familiar tradicionales en la gran familia Bach. Pocos
compositores se han dedicado a los niños,
ya sea porque su arte requiere del
más exigente dominio técnico instrumental, o a causa de que
componer música sencilla de alto
nivel es quizás el reto más difícil
para cualquier creador.
Se sospecha que Alma Mahler, esposa del
neurótico Gustav, componía en secreto desdichada por el
torbellino del gran director y
compositor posromántico. La familia
de Gustav Mahler fue siempre acechada por la muerte: De
doce hermanos, seis mueren al
nacer, uno fue el loco del pueblo y
otro se mató de joven. Escribe su ciclo de canciones sobre niños
muertos Kindertotenlieder en
1902-4 y en 1907 se muere su
hija mayor. Alma escapa hacia los brazos del arquitecto del
Bauhaus Walter Gropius, Mahler
busca razón infructuosamente con
Sigmund Freud, y por último la muerte alcanza a la hija de Alma
y Gropius. Las esposas de los
grandes nunca reciben ni parte de
los créditos por su sacrificio y dedicación, que sin ello no
hubiera sido posible la producción de
los eternos logros. Permanecen
detrás, de brazos cruzados y cabizbajas, tapando en silencio
abnegado la llamita creativa que
trataba respirar.
Componer es un oficio varonil para el resto
del mundo. En Venezuela, país de sorpresas, es otra la historia.
De los 91
compositores venezolanos vivientes,
15 son mujeres, es decir, el 16%. Siete de éstas tienen la mejor
acreditación académica, con
maestría y doctorado, contrario a
seis de los varones con el mismo nivel académico. La historia de
las creadoras femeninas arranca
con broche de oro con la virtuosa
del piano y compositora Teresa Carreño (1853-1917) de fama
internacional. Luego nacidas en
la primera década del Siglo XX
tenemos a las compositoras Isabel Aretz (1909, Argentina), María
Luisa Escobar (1912-1985),
Blanca Estrella de Méscoli
(1913-1987) y Ana Mercedes Azuaje de Rugeles (1914). De la
generación de los años veinte,
encontramos a Flor Roffé de Estévez
(1921), Nelly Mele Lara (1922-1993) y Modesta Bor (1926-1998).
En las décadas treinta y
cuarenta nacen Nazyl Báez Finol
(1932), Alecia Castillo (1940), Mabel Mambretti (1942,
Argentina) y Alba Quintanilla (1944).
La generación próxima es la que hace la gran
diferencia: Beatriz Bilbao (1951), Josefina Benedetti (1953),
Mercedes Otero
(1953), Marianela Machado (1954),
Adina Izarra (1959), María Luisa Arencibia (1959) , María
Antonia Palacios (1960) y Diana
Arismendi (1962). Todas
profesionales de éxito y preparación, orgullosas partícipes de
familia y con las riendas del país en sus
manos. Vamos a conocerlas en los
próximos artículos antes del cierre del milenio.
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