La guitarra del maestro "Made in Venezuela"

Un "Musiú"  Edita los Conciertos de Alirio Díaz

El Diario de Caracas
3-9-1999

Emilio Mendoza
https://ozonojazz.com/emilio/ 

La obra grabada del virtuoso larense dormía en el olvido, hasta que fue rescatada y reeditada para todo el mundo por un noble europeo quien, para hacerlo, fundó Caroní Music.

Alirio Díaz ha sido sin duda alguna el gran virtuoso de la guitarra en Venezuela y unos de los más notables en el mundo artístico internacional de la segunda mitad de este siglo. Hace unas décadas sólo se podían mencionar cuatro nombres asociados con la ejecución virtuosística de la guitarra clásica: Julian Bream, John Williams, Narciso Yepes y nuestro Alirio Díaz. Junto al legendario Andrés Segovia, estos maestros son considerados como los mejores guitarristas de toda la historia. Como el círculo de la vida engrana y continúa, surgen nuevos talentos, modas de nombres y versiones, y estos pilares ceden su espacio a los nuevos después de haberle dedicado al instrumento toda una vida fructuosa de interpretaciones.

¿Qué queda de un virtuoso para ser recordado? ¿Cuál es su aporte perdurable a la sociedad cultural? Un ejecutante produce arreglos, digitaciones y transcripciones de piezas conocidas o inéditas. Su experiencia y conocimiento del repertorio guitarrístico son invalorables en la toma de decisiones que conlleva esta actividad. El virtuoso además puede plasmar la técnica especial que lo llevó a las cumbres expresivas con su instrumento tanto en tratados y métodos publicados como a través de sus alumnos, ya que casi no hay excepción para todo ejecutante de establecer una actividad paralela de enseñanza. No obstante, el aporte principal como artista es la magia de su interpretación que junto al pensamiento del compositor puede llegar a hacer llorar de tristeza y alegría a masas de personas con unos cuantos movimientos de sus dedos ágiles y prodigiosos.

La virtud del intérprete desaparecía con su muerte, hasta que el advenimiento de la grabación sonora a principios de este siglo cambió esta terrible verdad. Podíamos tener partituras de los compositores que con bastante fidelidad representan su pensamiento original, pero de los ejecutantes sólo quedaban los programas y afiches de sus conciertos. En casos  muy especiales, se narraban o se escribían relatos de eventos tan memorables que aguantaban en la memoria extendida un tiempo más del seco instante en que la música se oye y desaparece.

Alirio Díaz ha grabado un amplio repertorio de la guitarra desde el siglo XVI hasta nuestros días, especializándose en obras españolas, italianas y latinoamericanas. El fue el precursor en difundir las piezas de Antonio Lauro, y la aceptación de este compositor venezolano en el ámbito internacional como literatura básica de la guitarra se le debe a nuestro Alirio larense. El gran Mangoré lo calificó como un mito del instrumento. Después de clases con Sainz de la Maza y con Segovia, máximos premios y reconocimientos por reyes e instituciones como la OEA, Alirio es tan inmediato y sencillo como el compadre del pueblo La Candelaria en Lara, donde sale al patio de su casa a tocarles a sus amigos de infancia.

"Después de cada concierto," Alirio menciona preocupado, " el público encendido y exaltado me pide información sobre mis discos. Y no tengo ni discos compactos y los LPs ya están agotados desde hace tiempo sin reedición."

Entra a la escena Peter Hamilton MacDonnell, alias "El Conde". Este enigmático personaje de estirpe en la nobleza europea reside en Venezuela desde hace varios años. Funda en Caracas la editorial Caroní Music cuyo vicepresidente es el propio  Alirio Díaz, con el apoyo de otras personalidades venezolanas como Natalia Lauro (hija de Antonio) y Názil Báez Finol. Invierte grandes sumas y tiempo para adquirir los derechos de todas las grabaciones de  Alirio  desperdigadas por el mundo y emprende la edición de una serie de CD’s, la "Co Alíriolección  Díaz". El primer título de esta recopilación es el CD "Grandes Conciertos" con  Alirio y la Orquesta Nacional de España, bajo la dirección de Rafael Frübeck de Burgos. Nuestro guitarrista interpreta mágicamente el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo y el Concierto para Guitarra, opus 30 de Mauro Giuliani. Primer CD de  Alírio Díaz, Made in Venezuela y distribuido por Recordland. El próximo, muy pronto, va a contener obras venezolanas y latinoamericanas.

El Conde conoció a  Alirio  Díaz en Italia donde éste último daba clases. Su amistad sirvió además para abrirle una ventana desconocida sobre la música venezolana, que el Conde terminó por admirar gracias al cariño  Alirio que  le transmitía. Hamilton se dió cuenta inmediatamente que había poca música venezolana publicada en discos o en partituras, y que peor aún, existían ediciones ilegales como en el caso de los famosos valses de Lauro. Sabiendo que la única vía para difundir efectivamente la música a nivel internacional sería a través de una editorial comercial, el Conde y v se propusieron llevar a acabo esa misión, ganándose en el proceso el rechazo chismeado de un sector de músicos por causa de una campaña de difamación  que unos pocos envidiosos emprendieron. Los cambios siempre causan reacción y ni  Alirio  ni el Conde se detienen: Caroní Music tiene en camino la edición de partituras para guitarra de la mayoría de los compositores venezolanos, revisadas por y con digitación de  Alirio  Díaz, y sus correspondientes CD’s.

¿Porqué no se le ocurrió ésto a nadie antes? Gracias de nuevo,  Alirio, por tocar como un ángel y por haberle ganado el alma a este musiú de noble corazón.