Los Diablos Danzantes de Turiamo es una manifestación religiosa popular, que se desarrolla actualmente en el área urbana, el día de Corpus Christí. El desalojo de su tierra natal, ocurrido durante el período de dictatura de Marcos Pérez Jiménez no ha podido borrar esta tradición de los pobladores. Estos, reubicados en la ciudad de Maracay, continuaron representando su territorialidad en esta fiesta. El recuerdo de Turiamo se actualiza con el baile, garantizando la permanencia de esta manifestación. | La estructura interna de esta Cofradía esta representada de la siguiente forma: Primer Capataz, Segundo Capataz, Tercer Capataz y las Sayonas.El día miércoles, vísperas de la manifestación, se prepara un altar con telas de colores que cubren la mesa y parte de la pared, en el cual se colocan velas, velones, lámparas de aceite y cuadros de santos. Frente al altar se ubican jarrones con flores de varios colores. Durante la noche se inicia la celebración con el Velorio del Santo, guiado por una de las Sayonas, quien bendice a los danzantes y devotos. Luego se realiza el último ensayo, que culmina en la madrugada y es seguido por un golpe de tambor cumaco. |
Sacralizació del Espacio El acto de vestirse es ritualístico. Los Capataces deben proteger espiritualmente a los diablos, para evitar que el Maligno los posea. Este resguardo se lleva a cabo con la preparación y bendición de un líquido con agua bendita, azulillo, colonia y aceite. Después se procede a estampar el símbolo de la cruz en la espalda de cada uno de los diablos y en sus pañuelos blancos. |
Vestidos y protegidos contra el Maligno,los diablos parten bajo la tutela del Primer Capataz, quien saltando con el pie derecho, continua su papel de protector. El acto repetitivo de contar a los diablos durante la celebración les permite mantener un control sobre ellos, estando alerta de la posible incursión de fuerzas diabólicas que pudieran penetrarlos e interferir con el desarrollo de la fiesta. |