Secretos es el segundo movimiento de la pieza "Sexteto".
Ver también "Fanfarria"
Actualmete el autor realiza la versión visual exacta de la
composición.
Partitura
PDF ArteMus,
Caracas.
PDF Análisis
formal
Distinciones
CD Mundos
- Emilio Mendoza. Caracas: ArteMus, 1998.
Secretos junto a Fanfarria, que forman parte del Sexteto, fue compuesta en 1979 en la residencia estudiantil de la Universität-Klinik en Düsseldorf, Alemania. Tuvo un estreno pésimo en el Festival “Días Mundiales de la Música” de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (SIMC) en Israel, 1980. No obstante, recibió el honor de ser producida por la West Deutsche Rundfunk (WDR) en Colonia, para una grabación con el Düsseldorfer Bläßersextet, dirigido por Alfredo Marcano, Estudio Nedeltschev, Colonia. Esta grabación se utilizó para la edición del disco L.P. Nº 7 de la Editorial Tacuabé, Montevideo en la serie "Música Nueva Latinoamericana."
Secretos es un homenaje al timbre, como proposición al concepto que Schönberg quizo concretar con su «Klangfarbenmelodie», pero, en mi opinión, no llegó a lograrlo del todo. En esta función, la pieza carece en toda su extensión de cambios de alturas, duraciones ni ausencias de sonido, acentos, intensidad ni dinámica, cambio de registros, articulaciones. Es simplemente un acorde de cuatro notas (Bb, D, E, A), que se mantiene pintado en el tiempo inalterable en todos los elementos musicales, menos en el timbre. Las cuatro notas son tocadas por seis instrumentos. De esta manera, los instrumentos se cambian las notas imperceptiblemente en la duración de una negra al entrar o salir un instrumento de una nota particular con un crescendo o diminuendo de esa duración, mientras el otro instrumento sale o entra con la misma nota haciendo el crescendo o diminuendo por el mismo tiempo, dentro de una matriz cuidadosamente armada. Esto ayuda por supuesto a que los ejecutantes puedan respirar y que el cambio de instrumentos para las cuatro notas del acorde sea lo más suave posible.
¿Qué se escucha? La elaboración de la estructura de la
pieza se desempeña sólo a través del timbre. Como la percepción
de este elemento musical no provee una memoria estructural clara
en el oyente, por lo que se percibe es un acorde vibrante por
unos cuatro minutos. De todas formas, los detalles de la
estructuración y forma de la pieza se delatan en las últimas
páginas de la edición de la partitura, donde se incluye una
análisis del trabajo compositivo con el timbre. Me pregunto si
realmente importa percibir esta estructuración y forma
conscientemente, o si basta disfrutar de una belleza cuyos
orígenes y causa son mantenidos a nuestro intelecto musical en
secreto.
Desde septiembre del 2007, el autor arrancó con un
proyecto denominado AVIA (AudioVisual Integrated Art) para
realizar la traslación exacta de música a visuales en movimiento
para lo cual esta pieza funciona perfectamente para realizar en
etapas la traslación, que en este caso es del color musical al
color visual.