Emilio Mendoza - El Ultimo Canto

Canto consta de siete etapas entrelazadas que describen el sentir y la esencia de un pueblo imaginario. Al final de éstos, aparece la composición Etnocidio que inicia la destrucción de una simbiosis cultural de una comunidad por la agresión de otra cultura que se impone a la fuerza.

II. Extrañez 2' 34"
Marímbola (Ven), Quitiplás (Ven), Tortuga (Honduras)
Denota la presencia universal y peremne de la muerte como impulso principal del desarrollo de una comunidad.

III. Espíritus 1' 03"
Flauta Xingú (Bra)
Aliento de todo lo invisible, insensible, que atrapa la fe y los deseos de explicar la existencia y su muerte.

IV. Persistencia 1' 36"
Claves (Cub), Maraca Tsitsiíto (Ven)
Los ciclos repetidos de una sociedad, para sobrevivir, insistiendo en el tiempo y permanecer.

V. El Mejor Momento 2' 58"
Bandolas Llaneras (Ven), Seis (Ven), Cuatro (Ven)
Las sensaciones de fiesta, júbilo y disfrute de la vida, las sonrisas y el baile, el sexo y los placeres.

VI. Memorias 3' 01"
Bandola Llanera al estilo antiguo (Ven)
Los sentimientos de pérdida de seres queridos, de ausencia, tristeza y añoranza, de irreversibilidad del tiempo y,
simultáneamente, la sensación de continuidad, enlace y orgullo de familia, de ancestros, de historia y recuerdos.

Sobre Memorias
(originalmente "Memorias de una Esperanza" o en palabras de Carlos Orta, "Sad Bandola")

PDF Partitura para Bandola

Después de asistir en 23-10-1983 a un concierto de la ODILA en la sala CANTV en Caracas el cual yo dirigí, Carlos Orta se me acerca al final y me invitó a realizar la música para una coreografía que él planificaba montar en el verano con la compañía de danza “José Limón” de Nueva York en el Skidmore College, Saratoga Springs, NY. Me trazó lo que él deseaba en ambiente y en emociones, y además me describió a los bailarines, sus tamaños, habilidades y puntos fuertes. Acordamos encontrarnos directamente en EUA en junio, 1984, llevando algunos bocetos grabados en Estudios Kandra, Caracas, y partió de gira internacional. Lamentablemente el día antes de mi salida, murió Benjamín, mi querido padre. Tuve un concierto el mismo día tocando con Kei Yumei y el coro de la UCV la Misa Criolla de Ariel Ramírez, fui al velorio y entierro, y me dediqué toda la noche a grabar en un estudio alquilado los sonidos que iba a utilizar para el encargo y volé en la mañana siguiente a EUA.

Al llegar al fin al Skidmore College, visité el estudio de grabación ya tarde en la noche, pero el ingeniero me dio el micrófono, apretó el botón de "grabar" y me puse a tocar la bandola. Después de calentar un poquito, tomando aire, salió Memorias de una sola toma. Todo el imaginario de mi vida y existencia con mi padre Benjamín se vertió en esta pieza con la que compartí tres minutos de concentrada soledad en el frío y oscuro estudio, al final de un trajín sin precedentes. Está dedicada al recuerdo de mis ambos padres porque eran inseparables, Sarita Guardia de Mendoza y Benjamín Mendoza Sánchez, y a la esperanza de la vida que continua en ellos a través de mí (ver foto más abajo en casa de los Recio, Quinta El Cortijo, El Toronjil, San Antonio de los Altos).

La bandola tradicionalmente se acostumbra oír dentro del lenguaje recio del joropo llanero venezolano. No obstante, en esta pieza es ejecutada por el autor haciendo una reflexión al estilo antiguo, como una evocación a sus ancestros españoles y en remembranza de su familia en la lejana bandurria ibérica y mozarábica. Podría ser la primera composición en arte musical en Venezuela para Bandola Llanera sola, pero no he investigado aún como para afirmarlo. La bandola en esta pieza se mantiene fuera de su contexto tradicional folklórico, lenta, triste en remembranza.

Ejecuciones
Memorias se interpretó como coreografía autónoma en 1985 en la sala José Félix Ribas, Caracas, bailada por Carlos Orta y tocada simultáneamente en vivo por Mendoza dentro de una presentación del grupo de danza Acción Colectiva. Justo antes de esta presentación, Orta bailó por todo el perímetro de la tarima con mi hija recién nacida Elisa Shaxie, llevándola en sus grandes manos y brazos. Ver video de esa ejecución. Fue también grabada en la USB en el video "Memorias" por la Unidad de Medios Audiovisuales de la Universidad Simón Bolívar en 1985, Fernando Carrizales, director, con la misma configuración de Orta y Mendoza tocando en vivo.

Memorias fue una creación en movimiento y sonidos íntimamente ligada al lenguaje dancístico de Carlos Orta, ya que los dos artistas trabajaron juntos cruzando ideas mutuamente de sus respectivas disciplinas. Es quizás el gran solo coreográfico de Orta donde se entrelazan los pasos y giros más característicos de su proposición expresiva. Sobresaltan rastros de flamenco, de la danza de cámara, del folklore afrovenezolano y del baile urbano afrolatino. Es una pieza cuya coherencia estilística y conceptual están unidos y fielmente representados por la danza, música y por la idea temporal y cultural que comunica.

Referencias
Monasterio, Ruben. Cuerpos en el Espacio, Caracas: Gramovén, Editorial Arte, 1986, p. 99.
Sassone, Helena y Roland Streuli. La Danza en Venezuela, Caracas: Armitano Editores, 1989, p. 224.