Joroponovo: Gestación de un nuevo género
Emilio Mendoza

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Introducción
El presente escrito tiene la intención de delinear los diferentes aspectos incorporados para generar música propia en la guitarra de cuerdas de nylon con elementos provenientes del joropo venezolano, estilo musical que se le ha bautizado con el nombre de "joroponovo". Esta iniciativa creativa se ejecuta en una agrupación de cuarteto de guitarra de 6 cuerdas de nylon, con guitarra 12 de cuerdas de metal, bajo eléctrico y maracas (más otra percusión pequeña también), y su música se cristaliza en el disco compacto Guarapiche Blues de Ozono Jazz, 2020. La evolución instrumental se ha llevado a cabo a través de la trayectoria del autor con el grupo Ozono Jazz desde el año 2005, iniciándose tímidamente un año antes con el grupo Akurima en el tema Giros, grabado en el disco compacto Bajo un Cielo Toronjil (2005), donde el autor realiza un solo en esa pieza con elementos de la bandola llanera. El desarrollo del joroponovo pretende establecer en la guitarra un sonido de arpa y de bandola, a diferencia de la tradición de la guitarra del joropo central, por admiración y respeto a un género que manejaba su gran amigo, el guitarrista tuyero Pedrito Díaz de San Antonio de los Altos (ver artículo Manos de Plomo...). Se decidió buscar una alternativa en la técnica de ejecución y de su resultado sonoro así como de otros aspectos más relevantes como la agrupación instrumental sin cuatro y sobretodo, en la composición de estructuras armónicas y formales más complejas, para sonar de cierta manera diferente al joropo tradicional pero manteniendo un vínculo o "sabor" de esa cultura musical extraordinaria.
 
Ozono Jazz y su joroponovo
Este estilo utiliza la técnica de arpegio de la guitarra clásica con p, i, m, a, en la mano derecha en imitación al sonido de las arpas central y llanera, al usar el recurso de acordes con cuerdas al aire y pisadas, así como el ataque recio con plectro de la técnica de ejecución "jalao", particular de la bandola de los llanos del estado Barinas, Venezuela. El charrasqueo, repique, frenado y rasgueado, así como los acordes en golpes secos de la mano derecha –técnicas propias del cuatro venezolano– son adoptados a la guitarra dentro de un lenguaje fuertemente rítmico de compases compuestos (4/4. & 6/4), riqueza del joropo tradicional, pero con una estructura armónica y formal propia, nunca utilizando las progresiones tradicionales como Guacharaca, Periquera, etc. El autor tuvo que consignar una guitarra de cuerdas de nylon electroacústica pero que no produjera retroalimentación en el escenario, que tuviera una acción baja para poder hacer todas las técnicas del cuatro de la mano derecha, con diapasón un poco más angosto que el acostumbrado a la guitarra clásica (1 7/8" en vez de 2"), para poder adaptarle la técnica del " jalao", y con afinación precisa en las pisadas de las cuerdas 4, 5, 6 en los trastes superiores (XII - XXII), que suenan junto a cuerdas al aire. La solución fue la serie Multiac de las guitarras canadienses Godin, de las cuales el autor compró dos, la Multiac ACS-SA negra y la Multiac Nylon Duet Ambiance.

En cuarteto
Junto a la guitarra principal de cuerdas de nylon, la guitarra 12 nos ofrece un amplio espectro de versatilidad sonora y potencial rítmico, con breves paseos por diversas culturas y el comentario continuo a la composición en forma de parafraseos. Su sonido metálico con doble ordenes en octavas y unísonos provee la sonoridad típica del arpa central, sobretodo si se toca con rasgueado lento del plectro, así como el sonido charrasqueado y apagado (muted), sonido casi completamente percusivo que emplea el arpa central al tocar sus bajos apagados con la mano izquierda. Puede sonar también a un sitar y tanpura de la India así como al estilo country & blues norteamericano. Sus armónicos son exquisitos y amplía el rango del espectro de frecuencias disponible del cuarteto. El bajo eléctrico atrapa como base la complejidad rítmica de sus compañeros y establece la “onda” de cada parte, actuando muchas veces como la voz solista y libre, así como en contrapunteo con la guitarra. El sello final del joroponovo se corona con la ejecución virtuosa de las maracas, junto al show visual en vivo de sus movimientos, sin duda, el rey de los instrumentos venezolanos. Para información referencial sobre otras fusiones pop-folk en Venezuela así como el uso del joropo en el ámbito de la música popular venezolana, ver el artículo del autor "La Utilización de Instrumentos Étnicos...", ya que hay antecedentes muy importantes, sobretodo en la producción de Vytas Brenner en 1973. Sobre los conceptos de fusión, neofolklore, y el resumen de estos procedimientos en el concepto de la apropiación cultural, ver los artículos escritos por el autor para la Bloomsbury Encyclopedia of Popular Music of the World.  

¿Qué ritmo usar?
La conformación planificada del grupo de música Ozono Jazz, luego de que el autor había pasado por una serie de diferentes grupos anteriores de jazz desde el 1999 (ver Grupos), se inició en enero 2005 en San Antonio de los Altos (ver FUNCIÓN). Se aplicó un análisis retrospectivo de la práctica de ejecución musical que se había llevado a cabo en múltiples toques en bares, clubs y fiestas, principalmente con la guitarra de 6 cuerdas de nylon (Emilio) y la guitarra de 12 cuerdas de metal o bajo eléctrico (Ike Lizardo), así como a veces con el acompañamiento de Ulises Farías (luego Dha Maharaj) en el tablã de la India y Francisco Issa en el saxo, (ver Conciertos 2005-2009). Surgió la necesidad de escoger un ritmo para el grupo, que en gran medida definiría el estilo y segmento de la música popular en donde se ubicaría al grupo por nacer, Ozono Jazz.
trio
Primer ensayo de Ozono, La Perla, San Antonio,
01-2005

Aparece un joropo recio
Una de las primeras piezas que nos atrapó la atención, no solo por parte de nosotros los músicos en gran disfrute al tocar en vivo sino también del público que nos escuchaba, fue la composición Espirales que utilizaba la técnica del "jalao" típica de la bandola llanera de Venezuela. Quizás fue por su sonido con sabor venezolano dentro de un ambiente de jazz de locales nocturnos y por la novedad de oír una guitarra "bandoleada", que sonaba a joropo llanero pero sin estar tocando un joropo... Esta pieza es un joropo "recio" en términos llaneros y fue premeditadamente construida de secuencias armónicas "dulces" y atractivas. Ver Espirales para más detalles sobre estos procedimientos.

Nos llamó la atención el ritmo del joropo que tradicionalmente existe en toda Venezuela, con diferencias locales por supuesto, que conlleva
actualmente una actividad viva y estable. Al contrario de muchas manifestaciones tradicionales en el país que están en franco declive y que son sustituidas por músicas grabadas y externas a su entorno cultural local y extendido, el joropo existe, activo y persistente. La manifestación del joropo principalmente en su baile de fines de semana, toma lugar todo el año y no está limitada a vínculos ni a temporadas del calendario religioso cristiano como la mayoría de la música tradicional venezolana. Es decir, el joropo es al mismo tiempo una música tradicional portadora de una fuerte identidad venezolana en todo el país a pesar de sus diferentes zonas geográficas, climáticas y culturales, y es al mismo tiempo una música perteneciente a la industria y comercio mediático musical, siendo más típica en la zona de los llanos venezolanos y recientemente también colombianos. El autor tardó bastante tiempo en lograr la adaptación del "jalao" del dedo medio de la mano derecha al espacio de seis cuerdas para tocar bandoleado en Espirales, pero como se explicará más tarde, esa dificultad hizo posible también dar tiempo a desarrollar la técnica del arpegio de la mano derecha para tocar al estilo "arpeado" con p, i, m, a.

¿Cómo se toca joropo en la guitarra?
Podemos resumir ciertos aspectos necesarios que el músico debe abordar para tocar joropo en la guitarra, ejemplarizando con la trayectoria del autor y cómo él fue logrando dominar estos requisitos varios. Es una aproximación biográfica por la asombrosa coincidencia de eventos y oportunidades que, vistos en retrospectiva, todos colaboraron en desembocar en este estilo nuevo, a pesar de que el autor no tenía ninguna idea ni pre-concepto hacia dónde se dirigía ni del resultado final a que este desarrollo de muchos años llevaría.


La estructura rítmica del joropo se constituye de varios pulsos posibles que aparecen simultáneamente, no todos son amistosos entre si, es decir, no coinciden, y su encanto surge por la contradicción entre los diferentes pulsos: tenemos 3/8 en las maracas, cuya negra con puntillo luego se agrupa en dos pulsos para formar el 2/4. (o 6/8) en manos del cuatro que a su vez también juega en darnos el 3/4, mantenido por el bajo, coexistiendo un 2 vs. 3. El arpa, bandola o guitarra disfrutan con estas contradicciones, jugando y haciendo los tres pulsos a placer (3/8, 2/4. y 3/4), además de un 3/2 adicional. El músico eventualmente puede pasar de una a otra de estas capas de diferentes pulsos sin problemas pero este sentido no es fácil de dominar con naturalidad y la mejor forma de asentarlo es
bailándolo dentro de su contexto cultural así como tocando joropo tradicional u otra música con la misma estructura rítmica, con acompañantes o en conjuntos.
¿Qué se necesita?
  1. Sentir musicalmente la complejidad rítmica del joropo, a través de la práctica del baile
  2. Sentir musicalmente la complejidad rítmica del joropo, a través de la práctica instrumental tradicional:
    Ejecutar joropo u otro ritmo similar con el cuatro, maracas, bandola, arpa, y/o percusión.
  3. Entrenarse en la guitarra en los aspectos técnicos siguientes:
    - La mano derecha en arpegios rápidos y sostenidos con p, i, m, a

    - La mano derecha en el "jalao" con el plectro y el dedo medio
    - La mano izquierda en arpegios de acordes M6, m7, V7, ø7, o7
1. Sentir el joropo - Bailar
Por lo tanto, se aconseja ir a bailar muchas veces joropo central o tuyero toda la noche en los bares o restaurantes que lo ofrecen los fines de semana en los Valles del Tuy, Altos Mirandinos y sectores de Caracas. Como adolescente, el autor acompañó
muchas veces a la señora de servicio de la casa, Elvira Hernández, a bailar joropos por San Pedro de los Altos, Los Teques, Carrizales, San Diego, ya que ella no tenía carro y me pedía la cola.  Ya esta música era familiar en la cocina de la casa del autor porque Elvira tenía un radiecito todo el día prendido con una estación de radio AM dedicada al joropo tuyero sin interrupción, y muchas veces el autor terminaba recibiendo clases de baile en la misma cocina con la señora Elvira. Ya como profesor, mucho tiempo más tarde, el autor impartía un curso de Estudios Generales en la Universidad Simón Bolívar, (1998-2013), llamado "Folklore Musical de Venezuela" (CSX-623), el cual incluía entrenarse a bailar en la última media hora de la clase y salir todos a bailar en autobús de la universidad unas tres veces por trimestre a un joropo de verdad. También se realizaba en el campus la serie de joropos tocados y bailados, "El Joropo en la Simón", dos veces por trimestre en el Conjunto de Auditorios. Además, al final del trimestre, el autor hacía una fiesta en su casa con todos los alumnos, una parrillada, para la cual se contrataba a unos joroperos tradicionales para que tocaran durante toda la tarde hasta el atardecer, al irse los joroperos a sus toques,  transformándose la reunión en descargas y jam-sessions de los amigos roqueros y jazzistas del autor, amigos músicos de la zona de San Antonio.

Esta tradición era anteriormente parte de la vida en los Altos Mirandinos, donde está ubicado San Antonio de los Altos,
conocida como las "peñas", y la madre del autor, Sarita Guardia de Mendoza, tiene fotografías del año 1956 donde se aprecia a muchachos jóvenes tocando en casas o en la Plaza Bolívar el arpa tuyera, prácticas que después de Pedrito Díaz (ver arriba), no volvieron a aparecer. Existen restaurantes llamados 'carne en vara' a la orilla del camino o de la autopista, donde siempre incluyen una agrupación de joropo llanero para amenizar la comida o bebida, usualmente  con los instrumentos amplificados en exceso, pero no constituye una práctica de baile sino que tienen la función de acompañar la comida, contrario a la práctica de los tuyeros donde la gente acude al evento simplemente a bailar y se puede bailar en pareja con cualquier persona que esté sentada. El autor consideró que él formaba parte intrínseca de una tradición de guitarra tuyera en San Antonio de los Altos, que se había roto con la muerte de Pedrito Díaz y por supuesto con el advenimiento gradual del rock desde los años 70 que formó otra tradición musical paralela muy fuerte en esa zona con el cantautor PTT Lizardo a la cabeza (ver artículo sobre la música popular en San Antonio y el artículo y web sobre PTT).

joropo         pedrito
Joropo casero en San Antonio.                                            
Pedrito Díaz, ganador de un concurso junto a Benjamín Mendoza, mi padre.
Foto: Sarita, 1956.                                                                  Foto: Sarita, 1956.


2. Sentir el joropo - Tocar Cuatro
El entrenamiento musical de los niños en Venezuela en los años cincuenta casi siempre incluía las clases de cuatro en las escuelas, en la comunidad cercana o en clases privadas a los niños de varias familias. El autor recibió desde pequeño instrucción del cuatro con el profesor Quero y en Navidades empezó a acompañar aguinaldos y gaitas en las parrandas navideñas que visitaban cada casa en las madrugadas, así como tocar en fiestas, cumpleaños y
paseos familiares a la playa. Todas las casas contaban siempre con un cuatro, tradición que no se ha continuado más hoy en día, lamentablemente, así como tampoco las clases de cuatro, quizás por el auge de las orquestas sinfónicas de El Sistema a pesar de que cambiaron su estrategia en los últimos años para incluir los instrumentos tradicionales venezolanos. El profesor Quero lo instruyó con el joropo, el aguinaldo, el merengue caraqueño y el nuevo ritmo inventado por Hugo Blanco, ya famoso en los sesenta con su inigualable hit, Moliendo Café,  su "Ritmo Orquídea". El cuatro exige una fuerte base rítmica dentro de un lenguaje armónico tonal, todo por oído.
 
Desde muy pequeño, el autor recibió una sorprendente influencia musical por dos vías muy distintas. Sus padres ponían música de J. S. Bach, L. v. Beethoven y A. Vivaldi, entre otras, cada vez que se sentaban en la mesa a comer, y el autor terminó cantando las Cuatro Estaciones de Vivaldi enteras de memoria. Por otro lado, cada vez que iban a Caracas, visitaban a la abuela Sara Blanco de Guardia en su casa de San Bernardino, donde usualmente almorzaban. En un cuarto a media luz se encontraba siempre su tía Beatriz, la más joven de los hijos de la abuela Sara, sentada en un mecedor viendo televisión, casi siempre un programa donde Juan Vicente Torrealba tocaba el arpa y Mario Suárez cantaba vestido con un liquilique blanco. La tía Beatriz, minusválida, tenía un problema mental de nacimiento y no podía caminar ni hablar, siempre estaba sentada en el mecedor con una guitarrita pequeña todo el tiempo abrazada, la tocaba y pegaba gritos junto a los joropos estilizados que sonaban en la televisión en blanco y negro. El autor se sentaba a escucharla y le tenía mucho cariño, abrazándola, y ella le permitía que tomara en sus manos su guitarrita y la probara, aunque tenía una sola cuerda. Fue el primer contacto que el autor tuvo con este instrumento, lleno de pasión y tristeza al mismo tiempo como el único vehículo de expresión de la Tía Beatriz.

guitarrita
La guitarrita de la Tía Beatriz

En un viaje que hace el autor con su hermano Claudio en julio, 1964, a un campamento vacacional cerca de Boston, MA, EEUU, se fotografían ambos en el aeropuerto con su padre Benjamín,
cada uno con un cuatro en la mano. Para el autor, al no hablar ni entender nada de inglés a esa edad, el cuatro que llevó consigo en este viaje se convirtió en su único amigo con quien podía comunicarse y desde sus 10 años, la música ejecutada se convirtió en su acompañante inseparable de por vida, ya componiendo piezas con el cuatro al no poder entender ni hablar con nadie en ese viaje. Con esta experiencia se convierte en músico para siempre. En 1973 toma un curso de extensión sobre el Cuatro Solista en la Universidad Simón Bolívar, dictado por el famoso cuatrista Freddy Reyna, viejo amigo de la casa de la familia en San Antonio, ya que con la mamá del autor, Sarita, hacían presentaciones de títeres hechos por ellos mismos. El famoso Freddy Reyna tocaba en la casa de la familia en todas las reuniones y según el papá del autor, Benjamín Mendoza, no paraba de tocar hasta el punto de que había que sacarlo porque no quedaba nadie.

em   freddy
En el Aeropuerto de Maiquetía, antes de                     Freddy Reyna tocando en la Plaza Bolívar de San Antonio, (Sarita, 1956),
despegar a Boston
. El Nacional, 31-07-1964 
     
       con la exposición de fotografías de Sarita  detrás, en las Fiestas Patronales del pueblo.        

Tocar Maracas

Al partir para Alemania en 1976 para estudiar el Diplom in Komposition en la escuela superior de música Robert Schumann Institut, Düsseldorf, el autor vivió en una residencia de estudiantes de medicina en 114 Strümpelstraße, Düsseldorf. Se había llevado consigo la guitarra, un cuatro y un par de maracas, así como varios cassettes de música venezolana, en su mayoría joropos. Practicaba todo el día el cuatro y especialmente las maracas tocando junto a las grabaciones de joropos llaneros en su pequeño cuarto encerrado y empezó a analizar la rítmica de la bandola y del joropo mientras mantenía el toque básico de maracas. Resultado de esta experiencia en la comprensión analítica y en experiencia práctica del ritmo del joropo, fue su composición Arsis, 1978, (Flt, 2 Pfte, 2 Perc., Cb), que nunca se ha ejecutado, y es una composición completamente basada
en un pensamiento rítmico. Fue escogida para el Festival Días Mundiales de la Música de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (ISCM) en Atenas en 1980, pero no se pudo estrenar por confusión de los músicos ejecutantes en el aspecto rítmico. Sólo existe una grabación de un minuto de la pieza que el autor financió en Düsseldorf, ejecutada por sus colegas músicos de la RSI, para confirmar que su composición rítmica funcionaba. Por su puesto, para todas las fiestas de los amigos y amigas en Alemania el autor era invitado para que armara la pachanga tocando cuatro, maracas y cantara, luego añadiendo los tambores africanos que se pusieron de moda por las clases recibidas en Die Werkstatt en Düsseldorf, de música y baile de Ghana, África Occidental.

Tocar Percusión - Agbadza, Ghana
Se aconseja conocer y tocar percusión de otras culturas que emplean música con la existencia de varios pulsos antagónicos simultáneos como el joropo. En el caso del autor, esto lo pudo realizar a partir del año 1978, al meterse en clases regulares de percusión y danza africana en Die Werkstatt, Düsseldorf, con el
Master Drummer Mustapha Tettey Addy, así como con Aja, y luego con Rashid Omoniyi Okonfo, ambos priesters. Al graduarse de sus estudios académicos en la escuela superior de música RSI en julio de 1981, culminó con la experiencia de cuatro meses (sept - dic, 1981) en una estadía en Kokrobitey, Ghana, en donde estuvo intensamente tocando percusión africana (campanas, calabash y tambores). Practicaba todos los días danza africana con diferentes ritmos pero especialmente con Kpanlogo (binario) y Agbadza (ternario), que está en 4/4. + 6/4. Tocó además el cuatro con ritmos venezolanos en los Wake-Keeping o velorios de varios días seguidos que realizaban en Ghana mientras el muerto se descongelaba. Esta experiencia le sirvió para vislumbrar la rítmica basada en pulso, transcribir todos los ritmos que le enseñaba el Master Drummer Addy, de lo cual produjo posteriormente el Sistema Modular para Lectura y Transcripción Rítmica y, por supuesto, obtuvo un conocimiento profundo de lo que se trataba el ritmo y su relación al pulso, tanto práctico como conceptual, enseñanza completamente ausente en nuestra formación musical tradicional académica. En su estadía posterior en el cargo de Profesor Asistente en la Crane School of Music, State University of New York (SUNY-Potsdam), 1991-1995, impartió clases de Teoría Rítmica a nivel de Licenciatura y luego, en el postgrado de la Universidad Central de Venezuela en 1997-1998, impartió un curso similar a nivel de Maestría (ver detalles en su CV completo).

Tocar Bandola llanera
A su regreso de Alemania y Ghana,
1981, se desempeñó como fundador, director y ejecutante en la ODILA - Orquesta de Instrumentos Latinoamericanos (1982-1987), con composiciones de música con ritmos venezolanos además de ejecución de música tradicional de toda Latinoamérica y ejecutando la bandola llanera en cientos de conciertos con este ensamble experimental, nacionales e internacionales. Este instrumento lo aprendió a tocar en 1982 en seis meses de cursos semanales en la Escuela La Clavija, Caracas, con Saul Vera y luego, por haber aprendido su ejecución rápidamente, tuvo que enseñarla a los integrantes de la ODILA debido al hecho de que Saul Vera abandonó el proyecto a pocos meses de haberse iniciado el curso por falta de pago (ver el desarrollo de la ODILA en el artículo sobre instrumentos étnicos). Para este propósito se vio obligado a desarrollar en 1982 un método de aprendizaje de la Bandola Llanera debido al hecho que el que había utilizado para aprender, el método de Saul Vera, lo había criticado fuertemente, lo que eventualmente los alejó como colegas. A pesar de esta posición en contra de su método, Saul lo asignó suplente varias veces en su cátedra de Bandola en la Fundación Bigott. La Bandola Llanera se había convertido para el autor en una obsesión desbordada, llevándola en el carro, en autobuses, en paseos para la playa, en reuniones familiares y de amigos, y le asignaron el apodo "Emilio y su Bandola." Las novias del grupo extendido de amigos y familiares eventualmente hicieron un boicot y le prohibieron a él y a su hermano Claudio, llevar la bandola y el cuatro a los paseos porque no les dedicaban tiempo a ellas ¡al estar tocando joropos sin cesar, en la arena de la playa, en el carro, en el restaurante...!. Con esta experiencia pudo desarrollar la técnica del "jalao" en la mano derecha, técnica muy específica de este instrumento.

Con la ODILA, por supuesto, ejecutó mucha música de rítmica parecida al joropo, tanto de Venezuela como de Latinoamérica, ejecutando joropos en la bandola, maracas, guitarra, así como tocando la percusión y tambores, sea como solista o acompañando a otros. Juntó esta actividad con el Ballet Coreoarte y la José Limón Dance Company con resultados de composiciones con bandola llanera, como la ancestral Memorias de la coreografía El Último Canto en un trabajo en conjunto con el coreógrafo Carlos Orta. En 1984 le grabaron un video tocando "Los Diamantes" en la bandola en una fiesta durante la gira del Ballet Coreoarte de 1984 por
Alemania, al que fue invitado a viajar como músico.
Paralelamente a la ODILA y Coreoarte, ejecutó cuatro, guitarra y bandola llanera en la agrupación Key Yumei (1983-1986), con Alfredo Rugeles de director, con quienes estrenó su primera pieza para bandola llanera y acompañamiento, Marisela, grabada en un cassette La Voz del Canto Latinoamericano, editado por el grupo en 1986. En 1988, ya en Washington, DC, estudiando el doctorado, conforma una agrupación con arpa, bandola + cuatro y bajo, llamada Little Venice, presentándose en unos cuantos conciertos en el Instituto Smithsonian. Posteriormente, en 2004-2006 en Venezuela, realizó varios conciertos y un programa para la televisión con un trío llamado Guama Eléctrica, con bandola amplificada, cuatro solista (Elías Torres) y guitarra (Gerardo Osal), en San Antonio.

3. Entrenamiento Técnico en la Guitarra
Es altamente aconsejable llevar a cabo el entrenamiento de técnica instrumental para los siguientes aspectos específicos de la guitarra, a saber:
  1. Arpegios rápidos de la mano derecha con p-i-m-a
  2. Técnica del "jalao" en la mano derecha con plectro y dedo medio m
  3. Arpegios de acordes en la mano izquierda para las armonias en todas las cuerdas de M6, m7, V7, ø7, o7
Debe referirse al método de guitarra con el nombre de PATRONES, que conlleva una práctica rutinaria fija que sirve a ambas manos y para lograr desarrollar una técnica sólida de ejecución, que, como vamos a ver en adelante, es imprescindible para tocar el joropo a la velocidad que se exige para tener el goce típico de esa música. Se necesita también desarrollar arpegios de acordes en la mano izquierda de las armonías comunes para poder hacer el toque del jalao debidamente, con el cual se hacen arpegios de acordes todo el tiempo en la bandola con el ritmo de joropo. Afortunadamente, esta técnica la venía desarrollando el autor ya desde hace mucho tiempo como parte del método de guitarra y no fue difícil realizar la adaptación para la guitarra. Ver el método PATRONES, Vol. 3, para los patrones de arpegios de acordes. 
El autor había tomado varios cursos de joropo tuyero para la guitarra incluyendo a Juan Peña, además de tocar desde hace mucho tiempo con el plomero y guitarrista Pedrito Díaz a quien le pagaba las clases con cuerdas nuevas de guitarra, así como pudo tocar en la guitarra con facilidad las piezas Seis por Derecho y Pasaje Aragüeño de Antonio Lauro, entendiendo que la técnica de la guitarra tuyera era muy diferente a la de la guitarra clásica donde se utilizan los cuatro dedos de la mano derecha (p-i-m-a) cuando en la guitarra tuyera, en general, se utiliza sólo el pulgar e índice, y por lo tanto tenía que experimentar y desarrollar la música dentro de dos ambientes: Joropo Arpegiado (o Arpeado) y Joropo Bandoleado.

Joropo Arpegiado (Arpeado)
Es necesario desarrollar la técnica de arpegios con la mano derecha p-i-m-a con suficiente velocidad. En la pieza Encanto del CD Guarapiche Blues se muestra un comienzo en bossa lento y una ruptura del ritmo de joropo cerca del final, que cambia de un joropo a blanca con puntillo a 74 ppm, a un 4/4 a 68 ppm en ritmo de bossa. Lo que sucedió inicialmente fue que la mano derecha se le trancaba al tocar en vivo a esa velocidad (74 ppm) y se cambiaba de pulso de blanca con puntillo (4/2.) a negra en 4/4 para descansar la mano. Eventualmente esta trampita por necesidad física, llevó a incorporar el recurso de descanso dentro de la estructura de la composición, ¡naciendo un joropo con bossanova!. Para grabar la pieza a esa velocidad fue necesario practicar una rutina de ejercicios por varias semanas para tener las manos en forma. Por lo tanto, el guitarrista debe tener una práctica diaria de escalas con metrónomo usando los dedos p-i-m-a, para tenerlos bien preparados para hacer arpegios rápidos y sostenidos en la mano derecha.

Se suma a esta técnica, el conocimiento de tocar cuatro con charrasqueo, frenado, rasgueado y repiques, que se usan en la guitarra adicionalmente a los arpegios, y el conocimiento de poder acompañar por oído los joropos tradicionales. Este conocimiento es altamente importante y se forma escuchando y tocando. Para conocer el joropo tradicional y poder acompañar sus varios tipos o especies que lo constituyen (unos 21), se debe practicar con unos joroperos cercanos que los sepan todos y se recomienda altamente leer en detalle la tesis de maestría de Jean Carlos González Queipo, "Transcripción y Descripción de 21 Especies del Joropo Llanero Venezolano." Esta tesis la inició Queipo con el autor como tutor y luego la terminó con otro tutor. Contiene todas las referencias más importantes para este tema, por lo tanto no hace falta repetirlas en este escrito, así como las progresiones armónicas de todas las 21 especies de joropos. Por favor solicitarla directamente a su autor al correo jeanca72@gmail.com


Existe una tradición de interpretación en la guitarra del joropo venezolano en sus diferentes variantes regionales (central, llanero, oriental). Igualmente encontramos ciertas composiciones para guitarra clásica con características del joropo, como el Seis por Derecho y el Pasaje Aragüeño de Antonio Lauro, gran compositor de música para este instrumento, más conocido por sus "Valses Venezolanos." En la serie Colección de compositores venezolanos para guitarra publicada por la Fundación Vicente Emilio Sojo/CONAC, 1998, y editada por Alejandro Bruzual, se encuentra un cuerpo de composiciones y arreglos para guitarra con ritmos venezolanos incluyendo al joropo y formó una fuente valiosa de referencia para el autor.
La tradición más pronunciada de joropo y guitarra en la actualidad en el país es la de la guitarra del joropo central pero hay muy pocos joropos bailables con guitarra en comparación con la cantidad de bailes con arpa. En algunas poblaciones como en Guarenas-Guatire, hay un desarrollo hacia el uso de la guitarra eléctrica amplificada y acompañamiento de bajo eléctrico, batería y el baile en formación grupal tipo Bollywood, como en el caso de "Los Metralletas".

Examinando la literatura mencionada, así como realizando transcripciones de ejecutantes de la guitarra central y su propia inventiva instrumental ya teniendo el sentido del joropo dentro de su mundo musical, el autor ha producido un grupo de patrones básicos de joropo en la guitarra, como recurso para la aproximación del ejecutante y estudioso de la guitarra a este género de música tradicional venezolana, con ejemplos musicales y videos de los patrones. Las piezas que utilizan esta técnica son: Espirales, Encanto, Sol de Mañana, Desamores, Añoranza, Guarapiche Blues, Sentir del Viento, Danzas de Vida y un pedacito central en Terruño. Se consideraron ciertos aspectos específicos en esta adaptación, que se discuten a continuación:

El bajo apagado
Tanto en la música de joropo central para arpa como para guitarra, el bajo en figuras de 3/4 y 3/2 se toca apagado y bien seco en ciertas partes de la música, es decir, suena como si fuera un membranófono más que un instrumento de cuerda con altura definida. El apagamiento (muted) es tan corto que casi no se percibe la altura de la nota emitida, convirtiéndose en una línea principalmente rítmica a pesar de que las cuerdas (en el arpa) y/o pisadas (en la guitarra), están basadas en la tónica del acorde con su cuarta por debajo como arpegio adicional del mismo acorde, o de la dominante de la tonalidad. El rol de este bajo es producir la base en 3/4, usualmente con el primer pulso marcado y su anacrusa del tercer tiempo (ver abajo). Para realizar este bajo apagado de características percusivas en la guitarra es necesario ejecutar con la mano derecha apagando las cuerdas con la parte inferior del músculo del pulgar, técnica que contradice la posición acostumbrada en la tradición de la guitarra clásica, en la cual la mano derecha se mantiene en contacto con las cuerdas sólo con las puntas de los dedos. Si se adopta la técnica de apagado en la mano derecha, el guitarrista con entrenamiento clásico no podrá tocar con la agilidad acostumbrada. Otra solución a este problema es apagar las cuerdas con algún dedo sobrante de la mano izquierda, como es el caso usualmente del dedo cuatro, tomando gran cuidado de no producir armónicos lo cual es bastante difícil porque las cuerdas emiten armónicos en casi todas las posiciones, sobretodo en las cuerdas entorchadas. Esta solución además restringe el uso de un dedo de la mano izquierda y de la música que se pueda tocar con tres dedos y no cuatro. En la partitura Pasaje Aragüeño de Antonio Lauro, cuya caracterización es evidente como música del joropo central, no se menciona nada al respecto y el autor ha escuchado que ha sido tocada siempre con los bajos abiertos y sonantes, resultando un sonido desnaturalizado de lo que realmente es el sonido del joropo central tradicional. La solución del autor es no apagar los bajos ya que le imprimen mucha sonoridad a la guitarra por el hecho de que las cuerdas 4, 5, y 6 tienen más duración al ejecutarlas que las 1, 2, y 3. Por otro lado, se puede resolver este problema al ejecutar este tipo de música junto a otros instrumentos que suplan este efecto del bajo apagado, como puede ser una batería con su bombo en el ritmo mencionado o un bajo eléctrico o contrabajo en pizzicato para aliviar a la guitarra de esta función. Se observó en la tradición de joropo central en la guitarra, que este sonido es quizás el más importante y que el guitarrista lo ejecuta apagado y utiliza sólo un dedo adicional, usualmente el índice de la mano derecha para realizar algún relleno o alguna melodía, y por lo tanto no se realizan arpegios más elaborados con los otros dedos de la mano derecha.

bajo
Tempo
El tempo del joropo central y llanero, cuando no es pasaje, puede variar desde 136-156 ppm o más, la negra con puntillo (en 2/4.), o 204-210 la negra (en 3/4). La ejecución de este tempo en la guitarra disminuye la aplicación de arpegios más sofisticados de la mano derecha y por lo tanto se explica el uso de la mano derecha arriba mencionado, con su bordoneo apagado con algún relleno del índice. Por lo siguiente, hay dos soluciones para tocar joropo en la guitarra, o se simplifica el toque o se baja el tempo para permitir arpegios elaborados, o el ejecutante se enfoca en subir la velocidad de su ejecución con entrenamiento sostenido. El autor decidió bajar el tempo y aplicar el desarrollo gradual de la técnica para alcanzar el tempo real del joropo. No obstante, a menor tempo (124 ppm por ejemplo, de negra con puntillo), el resultado es atractivo sin tanta exigencia técnica, y el autor puede también sugerir mantener este tipo de tempo más lento, no tan bailable como el tempo real utilizado en la tradición que es el mejor para esta función, y que se desarrolle otro aspecto o género del joropo en la guitarra, más pausado, más cool. Si no, el joropo como se está proponiendo sólo podrá ser ejecutado por muy pocos guitarristas que alcancen y sostengan estas velocidades. Para grabar Encanto con blanca con puntillo a 74 ppm, el autor tuvo que entrenarse varias semanas antes. Para el caso de la ejecución bandoleada con el plectro y el jalao, afortunadamente no hay ninguna dificultad para desarrollar niveles altos de tempi.

Sonoridad
La sonoridad armónica del arpa y en especial del arpa central con algunas cuerdas de metal, no se refleja en la guitarra con la técnica tradicional. Para lograr más notas sonando y cuerdas sonando por más tiempo, se propone configurar la tonalidad para tocar en la guitarra de acuerdo a la posibilidad de tener cuerdas al aire que estén sonando continuamente, y tocar acordes y posiciones de la mano izquierda en la guitarra que permitan mantener algunas cuerdas al aire siempre sonando. Esta digitación es más difícil por que se deben mantener los dedos de la mano izquierda bien paraditos, verticales, para no rozar las cuerdas adyacentes en función de que se mantengan sonando ni tampoco hacer barras, pero le otorga un volumen y sonoridad a la guitarra parecidos al esplendor armónico del arpa. La configuración de las tonalidades es en función de que estas cuerdas al aire, como la 1, 2, o 3, (E, B y G) no choquen en disonancia con la tonalidad de la pieza, es decir, tocar en las tonalidades de D, A, E, G, C principalmente, y ya en E mayor se debe tener cuidado de ni rozar la cuerda 4 (D) ni la 3 (G). Otra posibilidad que no se ha probado todavía pero no se descarta como opción a desarrollarse, es la utilización de cambios de afinación de las cuerdas, de la afinación tradicional, práctica muy común en la tradición, según Pedrito Díaz. Por último, algún patch de efectos como un toquecito de Chorus y Reverb así como un toque de compresión ayuda a tener un sonido más amplio y duradero en la guitarra.

Joropo Bandoleado
El método de bandola se generó porque Saul Vera como profesor de la ODILA para la Bandola llanera, discontinuó sus clases de bandola en el Conservatorio de la ONJV en El Paraíso, Caracas, en octubre, 1982, a poco tiempo de haberlas empezado. Su queja era justificada porque no se le estaba pagando nada a pesar de estar dando clases varias semanas, ya que el presupuesto asignado por FUNDEF/CONAC/ONJV al proyecto ODILA, no se hizo realidad sino hasta que toda la ODILA amenazó a José Antonio Abreu, presidente de la ONJV, de boicotear el concierto de celebración del Bicentenario del Natalicio de Bolívar y no tocar en la noche del estreno de la ODILA el 12 de febrero, 1983, con presencia del Presidente y todo el gobierno para el Día de la Juventud.  En esa misma noche, justo antes del concierto, Abreu apareció con el chequecito en la mano y se procedió a realizar un concierto espectacular. A pesar de tener al fin el financiamiento para el proyecto ODILA, ya Saul Vera se había ido y el autor tuvo entonces que dar las clases de bandola en la ODILA. Como no estaba de acuerdo con el método de Saul Vera, realizó su Método para ejecutar la Bandola Llanera aún por publicarse, donde se expone toda la técnica del "jalao" tanto para la bandola como para la guitarra. Ejemplo de ejercicios para la Bandola:

ban

El autor inició la experimentación de tocar el jalao en la guitarra pero con una Gibson Les Paul Deluxe dorada '72, guitarra eléctrica de cuerdas de metal muy delgadas. El resultado de cada toque era una uña rota, la del dedo medio, y/o la cuerda 1 rota. Por tal razón se emigró a la guitarra de cuerdas de nylon, así como este hecho hizo también posible el desarrollo de los arpegios de la mano derecha, que si se usara la guitarra de cuerdas de metal, se destrozarían todas las uñas de la mano derecha. Para más información ver el Método de Bandola. Las piezas con esta técnica incluyen Espirales, Guarapiche Blues y un pedacito en el medio de Terruño, así como el final de Giros con el grupo anterior Akurima. Ver PATRONES Vol. 2 para la técnica del jalao en la guitarra.

Arpegios de Acordes en la Mano Izquierda

La ejecución de joropo en la Bandola Llanera se basa en una serie de patrones rítmicos que se ejecutan con la mano derecha con el plectro y el jalao del dedo medio, haciendo arpegios de acordes en la mano izquierda. Por lo tanto, es imprescindible tener asentados en la técnica de la mano izquierda los arpegios de acordes M6, m7, V7, ø7, o7, arrancando con los dedos 1, 2 o 4, y en lo posible practicar los patrones de la bandola usando estos arpegios de acordes, con acompañamiento del cuatro. Para estos patrones de arpegios de acordes en la guitarra, ver PATRONES, Vol. 2.

Literatura de Joroponovos
Otra manera de emprender el aprendizaje del joroponovo en la guitarra clásica es sacar textualmente las piezas de Ozono a través de su partitura y/o video lento de su ejecución, material que en los próximos meses se publicará en la página de cada pieza, especialmente de Encanto (joropo arpeado) y Espirales (joropo bandoleado). En estas piezas se incluye casi todos los recursos mencionados, organizados para generar unas composiciones atractivas e interesantes.

Referencias
Ver tesis de maestría (USB) de Jean Carlos González Queipo, "Transcripción y Descripción de 21 Especies del Joropo Llanero Venezolano."
Solicitarla directamente a su autor al correo jeanca72@gmail.com
Mendoza, Emilio. (2009). Ozono Jazz. https://ozonojazz.com